jueves, 22 de octubre de 2015

Érase una Vez...



Blancanieves y sus secretos malignos
Érase una vez…
Todos hemos escuchado, leído y visto miles de versiones del famoso cuento de Blancanieves, sin embargo el cuento nunca fue tan bonito como Walt Disney lo pintó.


Este famoso cuento fue escrito por los hermanos Grimm entre el 1812- 1815 en su libro ‘Cuentos para la infancia y el hogar’Sin embargo, lo único que tienen en común las adaptaciones cinematográficas del cuento es a Blancanieves y a la manzana.
Los Grimm no emparejaron a Blancanieves con el cazador, tal y como cuenta Blancanieves y la leyenda del cazador, y tampoco hubo un baile al estilo Bollywood en la boda de la princesa y el príncipe (Blancanieves: mirror, mirror).
Y aunque en la versión Disney del cuento todos los niños se quedan con los ojos como platos cuando los enanitos empujan a la malvada bruja por el precipicio, ésto es sólo una escena mala del tipo Scary Movie comparado con el relato de los hermanos Grimm.
La madrastra,  del verdadero cuento, se comió el hígado y los pulmones que el cazador le trajo alegando que eran de Blancanieves e intentó matar a la pequeña estrangulándola con un lazo o peinándola con un peine envenenado.
Blancanieves si mordió la manzana envenenada pero nunca revivió con el beso del príncipe. Ésta revivió cuando transportaban su ataúd al palacio del monarca y al pasar por un bache se le salió de la boca el trozo envenenado.
Sin embargo, el secreto más oscuro de este cuento se encuentra en la muerte de la madrastra. Bailó y bailó en la boda de la pequeña Blancanieves, pero con unas sandalias de hierro que previamente habían calentado al fuego. No se las quitaron hasta que murió.
#AQueNoLoSabías

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